COMO LA CABEZA AL SOMBRERO

      DIOS DE LA LLUVIA

      Q. Portet/M. García García-Perez 
      
      Dios de la lluvia apiádate 
      de las bestias y de mí. 
      Vino tu llanto a redimir 
      un mundo polvoriento y gris 
      hecho a medida 
      del triste reptil. 
      Seguí la luz y te perdí, 
      desde ese día rezaré 
      para que vuelvas 
      envuelto en tu bruma. 
       
      
      Dejé a mi niña, dulce abril, 
      entre aire de fresa y jazmín; 
      se desdibuja en mi memoria 
      la umbría vereda que tantas veces recorrí. 
       
      
      Antiguos aromas flotando en el aire, 
      espíritu de la bruma,no volverán. 
      Ríe mi niña flotando en el suelo; 
      Dios de la lluvia, devuélveme el ayer. 
      
      
      Maldito el día en que crecí 
      dejando atrás el sueño azul 
      del dulce mundo en que aprendí 
      el dificil arte de vivir. 
      
      
      Entre los campos 
      verdes de abril, 
      lejos del mundo, 
      muy cerca de tí. 
      
      
      Dios de la lluvia abrázame 
      y bajo tus nubes volveré a considerar 
      las múltiples formas de besar 
      el aire bañado en tu perfume singular 
      de antiguos aromas flotando en el aire 
      espíritu de la bruma, no volverán. 
       
      
      Ríe mi niña flotando entre helechos 
      Dios de la lluvia devuélveme el ayer 
      Dios de la lluvia apiádate 
      de las bestias y de mí, pobre mortal.

      SARA

      Q. Portet/M. García García-Pérez 
      
      No es que el tiempo lo cure todo 
      pero puede ayudar. 
      Yo no supe cómo tratarte 
      no doy para más. 
       
      
      Sara, dulce, cuéntame el secreto azul 
      que se esconde en tus ojos tibios de animal; 
      secreto suave que he perseguido 
      tantas noches sobre tu piel. 
       
      
      Dilo con suavidad, 
      como hacías ayer, 
      dime cosas que yo 
      nunca pueda comprender. 
      
      
      Hubo un tiempo en que sin quererlo, 
      nos llegamos a odiar 
      como se odian dos animales 
      no dio para más. 
      
       
      Sara, dulce, cuéntame el sortilegio 
      que aprendiste de las aves del amanecer; 
      dame el filtro que bebías para amar. 
      
       
      Sara, Sara, dulce Sara 
      Sara, Sara, dulce Sara. 
      
      
      Secreto suave que he perseguido 
      tantas noches sobre tu piel; 
      sabes que sólo soy un salvaje 
      y que nunca he dado para más. 
      
       
      Sara, Sara, dulce Sara 
      Sara, Sara, dulce Sara.
      
      
      

      EN LOS ÁRBOLES

      M.García García-Pérez/Q.Portet 
       
      A veces escribo cartas 
      para no sentirme atado, 
      para no aferrarme a remilgos 
      que yo quisiera abolidos 
      de mi vida. De mi vida. 
      
       
      Y pinto de colores los sobres. 
      En el remitente soy un enigma. 
      Espero siempre una respuesta 
      para sentrime querido 
      como los niños chicos. Como los niños chicos. 
       
      
      Mensajes que llegaran, 
      papeles envolviendo una piedra. 
      Mensajes de cariño 
      que rompìeran el cristal de mi cuarto. 
      
       
      Quién pudiese ingerir un fármaco precioso..., 
      Convertir en realidad todos esos sueños. 
      
       
      Cartas que me dijesen cosas bonitas 
      como que vendrás a maullarme 
      de contraseña en la madrugada. 
      Bajo mi ventana. Bajo mi ventana. 
      
      
      Que corriéramos campo a través, 
      a la luz de los fulgores del alba. 
      Chispas blancas sobre el rojo violento. 
      Y que hiciésemos cabañas 
      en los árboles. En los árboles. 
      
      
      Mensajes que llegaran, 
      papeles envolviendo una piedra. 
      Mensajes de cariño 
      que rompieran el cristal de mi cuarto. 
       
      
      Quién pudiese ingerir un fármaco precioso... 
      Convertir en realidad todos esos sueños.

      LA PIEDRA REDONDA

      Q. Portet/M.García García-Pérez 
      
      Lo que tengo lo llevo conmigo 
      en esta absurda bolsa y en este absurdo cuerpo, 
      lo que quiero está siempre tan lejos 
      quizá al final de este absurdo camino. 
       
      
      A veces, cuando el sol se va, 
      tiñendo de violeta la esquina del mar 
      comprendo que nunca tuve nada 
      y que muy probablemente nunca lo tendré. 
       
      
      Uuuuh!...sólo el beso de tu voz en el alma. 
      Uuuuh!...y el perfume de tu cuerpo a mi alrededor. 
      Me siento tan solo, que no sé en qué dirección correr 
      como un pájaro raro, que llegó al festín de los monos. 
      
      
      Llévame, aire del camino 
      hasta donde nadie me pueda encontrar. 
      Llévame, aire tibio y azul 
      y abandóname colgado de tu luz. 
      En tu luz brillante de cuchillo 
      adivinaré la rosa y el clavel. 
      
       
      Llévame, aire del camino, 
      hasta donde nadie me pueda encontrar. 
      
       
      A veces, cuando asoma el sol, 
      llenando de diamantes la quietud del mar, 
      me doy cuenta de que siempre fue así; 
      siempre estuve solo y siempre lo estaré. 
      
       
      Uuuuh!...cuántas veces soñando despierto. 
      Uuuuh!...creo verte entre la multitud. 
      
       
      En algún lugar alguien debería escribir 
      que este mundo no es más que una enorme piedra redonda. 
      
       
      Me siento tan solo, que no sé en qué dirección correr, 
      como un pájaro raro, que llegó al festín de los monos.
      
      
      

      A VECES SE ENCIENDE

      Q.Portet/M.García García-Pérez 
       
      El tiro con fuego 
      negro de cuervo de tu mirada, 
      ha sido el relámpago que anuncia el trueno en la tempestad. 
      Fuiste mía anoche en sueños. 
      Me besabas con el ansia 
      con que se besan unos labios nuevos. 
      
      
      Deja que diga que no te pediré 
      que me quieras mientras vivas. 
      Pero palabra de amor no daré. 
      
       
      A veces se enciende, 
      a veces se apaga, 
      la llama sagrada 
      que tú y yo conocemos. 
      Leña que ha de arder. 
      
       
      Vamos a querernos mi pequeño amor como tú y yo sabemos. 
      Vamos a querernos mi pequeño amor como tú y yo sabemos. 
       
      
      Estaremosjuntos 
      mientras cada minuto que pasemos separados 
      sea para sufrir. 
      Será como un tributo a pagar. 
      La lanza en el costado. 
      El camino embrozado 
      que hay que recorrer. 
      Deja que diga que no te pediré 
      que me quieras mientras vivas. 
      Pero palabra de amor no daré. 
      
       
      Tiro de fuego 
      de tu mirada 
      ala de cuervo que me agita el alma. 
      
      
      Vamos a querernos mi pequeño amor como tú y yo sabemos. 
      Vamos a querernos mi pequeño amor como tú y yo sabemos.

      COMO LA CABEZA AL SOMBRERO

      Q.Portet/M.García García-Pérez 
      
      Como la cabeza al sombrero, 
      como lápiz al papel, 
      como la llave a su agujero, 
      como el tren a la estación, 
      así te quiero yo. 
      
      
      Como el pájaro al abismo, 
      como el susurro al rincón, 
      como la bruma quiere al río, 
      como la piel a la piel. 
      
       
      Te pertenezco, no lo puedo evitar. 
      Dime aunque mientas que vuelves. 
      Dame aunque mientas tu amor. 
      
       
      Somos fuego y escorpión, 
      manantial y desierto, 
      alarido y canción. 
      Te deseo y estás lejos, 
      te deseo...Dame a bocados tu amor. 
      
       
      Somos el vértigo y el beso, 
      la saliva y el carmín. 
      Aunque haya océanos bullendo entre los dos, 
      no has estado nunca a salvo. 
      Me perteneces, no lo puedes evitar; 
      Dame aunque mientas tu amor... 
      Tendré a bocados tu amor. 
      Así te quiero yo. 
      Así te quiero yo. 
      
       
      Como la metralla a la carne, 
      como la carne al cañón, 
      como la sangre al alcohol... 
      Así te quiero yo... 
      
       
      Me perteneces, no lo puedes evitar. 
      Dime aunque mientas que vuelves. 
      Dame aunque mientas tu amor.
      
      
      

      YA NO DANZO AL SON DE LOS TAMBORES

      M.García García-Pérez/Q.Portet 
      
      Como barca en la mar 
      que encendida en brea 
      muge y zozobra, 
      me enciendo así yo 
      con tu recuerdo, 
      con tu mención. 
      Se me altera el pulso, 
      la sangre. 
      Como a un niño ladrón. 
      Y mi débil engranaje golpetea 
      azorado, en completa confusión. 
      No es que a tu paso ardan candiles, 
      inflama el aire 
      la yesca que es tu sola presencia. 
      Si tan sólo al pensar 
      que él encontrará 
      morada entre tus pies 
      tiemblo de ira y de celos, 
      que no se alterará mi condición 
      al saberte al alcance de sus besos bandoleros... 
      Prendí hogueras que no supe mantener. 
      Ya no danzo, loco, 
      al son de los tambores, 
      porque al fin, 
      porque al fin te consiguió él, 
      que tiene un corazón tan guerrero como cruel. 
      Tan infiel. 
      
       
      Que se desencajen las baldosas a mi paso, 
      que se abran simas, 
      que se desplomen las paredes sobre mi, que en tu regazo supliqué. 
       
      
      Como barca que en la mar 
      que ha roto el timón 
      y al pairo va. 
      Como barca en la mar, yo ardo por ti 
      custodio que fui. 
      
       
      Que no piense que obtiene tu favor 
      por dar tesoros 
      que más tarde no podrá recuperar. 
      Porque el admitirlos, son maneras tuyas de confiar. 
      Confundir y confiar 
      para golpear después 
      de confiar. 
      
       
      Confundir y confiar 
      para golpear después. 
      Confundir.
      
      
      

      TRABAJO DURO

      M.García García-Pérez/Q.Portet 
      
       
      A media noche despierto con la sensación 
      de que he escuchado entre sueños tu voz 
      y una tristeza infinita me atrapa. 
      Te añoro desde que no estás. 
       
      
      Te veo de pie en una gabia de vértigo, 
      alzas el rostro diciéndome adiós. 
      Tu silueta que tizna las nubes. 
      Te veo desaparecer. 
       
      
      Una carga de siglos que te aplasta en tu viaje. 
      A la entrada tu cara ya es un pura carbón. 
      Trabajo duro, 
      tajo que amarga. 
      En este día 
      melancolía. 
      
       
      Veo a tu padre leyendo en el comedor. 
      Ha preparado la cena para tí. 
      El sabe lo que son ocho horas bajo el suelo, 
      él sabe el cuerpo que traerás. 
      
       
      De mañana ese cuerpo 
      te transporta al infierno. 
      Y cuando sales piensas: 
      ya no bajo más. 
      
       
      Trabajo amargo, 
      tiempo que amarga. 
      En este día 
      melancolía. 
      
       
      A media noche me despierto con la sensación 
      de que he escuchado entre sueños tu voz.
      
      
      

      TRECE PLANETAS

      M.García García-Pérez/Q.Portet
       

      Pena negra, mal de amor.
      Maleficio mágico.
      Fuiste tú mi perdición;
      zahorí, por qué a mí?
      Mal tabardillo le dé...Qué pudo hacer?
      Se fue mi estrella.
      Se anuló mi voluntad,
      trece planetas marcan mi mala suerte.
      Tacado estoy.
      Hasta mi sombra huye de mí.
      Al viento le pregunté
      y el silencio contestó:
      si es que la quieres nombrar
      tu lengua sea un cascabel,
      si la quieres invocar,
      tus dedos sean de laurel.
      Dormir abrazado a tí,
      revolverte el pelo rojo.
      Dormir enredado en ti,
      en tu cuerpo que ahora enreda el viento.
       

      LLANTO DE PASIÓN

      M.García García-Pérez/Q.Portet 
      
      Me he acordado muchas veces de ti 
      y hoy he pensado en volverte a escribir. 
      Quiero contarte que buscando entre mis libros 
      ví tus dibujos y casi te oí decir: 
      Hola que tal Lico Manuel. Qué tal? 
      Vamos, pero dando la vuelta. 
      Espera, no me cojas aún 
      que está mi madre en el balcón. 
       
      
      Yo vivo en el mismo lugar. 
      Existe aún aquel bar y el rincón 
      donde solíamos hablar. 
      Donde escuchábamos nuestra canción. 
      Ahora ya no van a merendar 
      los de la fábrica de gas. 
      Ahora ya no hay palomas 
      ni aquel gato que era cazador. 
      Arrancaron el árbol 
      que hacía sobra en tu puerta. 
      
       
      Y casi te oigo decir: 
      Hola. qué tal Lico Manuel? 
      Casi te puedo imaginar 
      al ver tu firma en un papel. 
      
       
      Aún te recuerdo, muchas veces pienso en tí. 
      Y hoy he pensado en volverte a escribir. 
      Agua de lluvia, agua de días que vendrán... 
      Me desperté sin ti. No volverás jamás. 
      
       
      Adiós Manuel, Lico Manuel, 
      me voy hacia el fondo, al mar de la nada. 
      Y yo aquí tendido estoy 
      en este lecho de llanto. 
      Arriba, venga, ponte de pie. 
      Lo que pasó ya no existe. Pues bien, 
      hace ya más de un mes. 
      Ahora mejor es olvidar. 
      
       
      Llanto de pasión. 
      No recuerdo quién fue 
      a la que tanto amé. 
      Qué cansado estoy... 
      Recuerdos que al final 
      son un cruce de caminos. 
      Que tal Lico Manuel? 
      Ya ves, vuelvo a donde empecé.