CUENTO : UN NIÑO EN EL GRAN CAÑÓN
Muchas veces culpamos a los demás por tratarnos mal o con indiferencia, cuando en verdad es solamente el eco de lo que nosotros hemos hecho. La vida es hermosa si la tratamos bien, es por eso que vemos muchas personas amargadas, tristes y solas, pues lo que hacen es renegar todo el tiempo, quejándose de todo. De la misma forma hay muchas personas que viven felices y tranquilas, agradeciendo a Dios por los inmensos regalos de la vida, la salud, la familia o el trabajo.
Haz la prueba en esta semana, no reniegues, no te enojes, no maltrates, y verás que la vida misma te responde de la misma manera, y podrás sentir en tu vida al mismo Dios hablándote.